La “argentinización” del sector del petróleo y gas. ¿Positivo o negativo?.

La huida de las empresas transnacionales, la caída de las nacionales y la entronización de los argentinos “expertos en mercados regulados”. ¿El miedo a la libertad?

I.- Mercado capitalista libre y desregulado con consecuencias contrarias a las buscadas.

Existe un fenómeno muy particular en la economía argentina y en el sector de los hidrocarburos en especial: A pesar de las medidas gubernamentales que garantizan el libre mercado de oferta y demanda, desregulación, la libre circulación internacional de divisas y flexibilización del intercambio comercial con el exterior, es decir, un escenario óptimo para la inversión, con reglas claras, con un gobierno nacional liberal rígido en la aplicación de las normas del modelo económico capitalista liberal, un bajo riesgo país, el apoyo explícito del gobierno norteamericano,  un marco político marcado por la ausencia de una oposición seria, atomizada y desprestigiada que hagan peligrar los próximos años, se produjeron consecuencias contradictorias:

II. La argentinización del sector hidrocarburífero

La huida de las transnacionales y la primacía de los argentinos fue el efecto contradictorio de las medidas gubernamentales para el sector hidrocarburos. Hay que tener en cuenta que el petróleo y el gas es uno de las grandes apuestas para el desarrollo económico que postula el Gobierno de Milei.

Como contradicción entre lo que postula el sector empresario transnacional y local de que haya libre mercado de oferta y demanda, cuando esto sucede, se van. Veamos la realidad:

ExxonMobil. Vendió sus activos en Vaca Muerta (cinco concesiones y su participación en el oleoducto Oldelval) a Pluspetrol, consolidando así su salida del país en ese segmento. 2. Petronas (Malasia). Está evaluando vender su participación del 50 % en el bloque La Amarga Chica con YPF, lo que completaría su retirada del shale oil en Vaca Muerta. Además, ya había dejado un megaproyecto de GNL. Su salida ya fue formalizada cuando fue reemplazada por Shell en el proyecto de licuefacción argentino (Argentina LNG). 3. Equinor (Noruega). Está en etapas iniciales de evaluación para la venta de sus activos en Vaca Muerta (Bandurria Sur y Bajo del Toro Norte) a YPF, sin embargo, mantiene otras concesiones como las offshore en la Cuenca Atlántica Norte. 4. TotalEnergies (Francia). Inicialmente estudió desinvertir si recibía una oferta similar a la que tuvo ExxonMobil. Más recientemente (agosto 2025), concretó la venta del 45 % de dos bloques no convencionales (Rincón La Ceniza y La Escalonada) a YPF por US$ 500 millones, equivalente a cerca del 20 % de su superficie en Vaca Muerta Aun así, reafirma su compromiso con Argentina, concentrándose en activos como el campo Fénix y desarrollos en la Cuenca Neuquina. 5. Raízen (Brasil/Shell). El consorcio Raízen —participado por Cosan (Brasil) y Shell— inició el proceso de venta de sus activos en Argentina, incluyendo la refinería Dock Sud (con capacidad de 100.000 barriles por día) y más de 700 estaciones de servicio que representan el 18 % del mercado de combustible. 6. ConocoPhillips ingresó a Vaca Muerta en 2019 para desarrollar los bloques Aguada Federal y Bandurria Norte. En 2025 Vista del “mago” Galuccio completó la adquisición: se convirtió en único concesionario y operador de esos activos, consolidando completamente su posición en esa área de Vaca Muerta. 7. En septiembre de 2024, Wintershall Dea concretó la venta de todo su negocio de exploración y producción —incluyendo operaciones en Vaca Muerta y el proyecto Fénix en Tierra del Fuego. ¿Quién adquirió? El “mago” Galuccio.

III .- La  “Argentinización” del sector.

Frente a la huida de las transnacionales son las Empresas locales (YPF, Pluspetrol, Pampa Energía, Vista, Tecpetrol, empresa de Techint, nacida  con el impulso de Mussolini en Italia) las que adquieren activos estratégicos a precios relativamente bajos. Todos robando el know how de YPF, como Galuccio, de empleado a protagonista con inversiones millonarias en dólares, que no pudieron imitar otros empleados de YPF que crearon Aconcagua, hoy en la lona, sin poder pagar lo que debe. (Todos los días no son domingos). Son todos estos “expertos en mercados regulados”,  esto es, conocen a los funcionarios, saben lo que hay que decirles (y  ponerles) para que todo funcione bien. (Para ellos). Mindlin, Manzano, Vila. ¿Homo Argentum?

Se dice que, entonces, habrá un mayor control nacional sobre recursos clave, con menos dependencia de decisiones corporativas tomadas en Londres, Houston o Kuala Lumpur.

También se dice como positivo, que la venta a actores locales ya consolidados en Vaca Muerta permite que la producción no se detenga. Dudoso. Si cae YPF todo se derrumba porque están todos colgados de esta locomotora.

En algunos casos, dice la leyenda, las empresas argentinas invierten más agresivamente que las salientes porque su foco está en el mercado interno y la exportación regional.

Otro factor positivo sería que las ganancias que antes salían del país vía dividendos podrían reinvertirse en exploración, infraestructura y mejoras tecnológicas locales. Más dudoso.

IV La verdad de la milanesa. (O del petróleo)

La realidad es que, a pesar de difundir para afuera que lo óptimo es el libre mercado y la libertad en todos los aspectos, las empresas y empresario prefieren la certidumbre de gobiernos autoritarios o fuertemente consolidados, que garanticen ser pro empresas y hasta prefieren estar seguros acordando beneficios mutuos con los gobiernos. Prefieren pagar el precio del soborno, antes que la incertidumbre del funcionario que no pide nada o con el cual  no se puede hacer negocios.  Es más peligroso para los negocios el funcionario honrado que el corrupto, como lo son ellos. Es el miedo a la libertad, de la que habla Erich Fromm. Es la hipocrecía del empresariado. Esto explica por qué las grandes petroleras europeas y norteamericanas operan con tranquilidad ( A veces con guerras cuando la cosa se escapa) en países del medio oriente con gobiernos tiránicos y altamente represivos con sus pueblos y huyen de los democráticos inestables.

YPF y las grandes del sector se enfocan en la gran expectativa de Vaca Muerta, retirándose de la exploración y explotación convencional, dejando esto para empresas sin capacidad operativa y financiera, como la del audaz Iguacel, Aconcagua, Petroleros Sudamericanos, emprendimientos provinciales varios, con pocas chances positivas. Pozos maduras abandonados que no tendrán operadores, con daño ambiental permanente y despidos masivos, como sucede en Mendoza y en el sur patagónico.

Es negativo que las multinacionales  se vayan porque traen financiamiento en dólares y asumen riesgos que las empresas locales, con acceso más limitado a crédito internacional, podrían no cubrir en igual escala. Sin capital externo suficiente, los desarrollos de alto costo (como el GNL o proyectos offshore) pueden demorarse.

Se pierde el know-how y redes internacionales, que tienen las grandes operadoras, que traen tecnología de punta, experiencia global y acceso a mercados internacionales de crudo y GNL.

Si la salida es masiva, podría ralentizar la curva de aprendizaje tecnológico en ciertos segmentos.

Se esta produciendo, con la argentinización, una menor diversificación de riesgos. Con más empresas locales y menos globales, el sector se vuelve más vulnerable a crisis macroeconómicas argentinas (inflación, devaluaciones, cepos cambiarios). La concentración  en una sola empresa que motoriza el  modelo Vaca Muerta, su traspié, destruiría todo el sistema. Sus juicios en EEUU traerán sus malas consecuencias. Y pagamos los ciudadanos, porque termina pagando el Estado Nacional.

La argentinización genera menos inversión en exploración de alto riesgo. Las multinacionales suelen apostar por proyectos exploratorios caros (offshore, aguas ultra profundas) que empresas locales no priorizan por su riesgo financiero.

Por Walter Hego para El Informante – Energía, Oil & Gas y Minería

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